lunes, 20 de septiembre de 2010

Comunicación en situación de desastre





Por Patricio Js. León Cruz

Ante un desastre, la falta de comunicación resulta en algunas ocasiones tan letal como el mismo desastre.

Muchos hemos sido espectadores de cómo la ausencia de comunicación ante algunos desastres o riesgos hace que las situaciones se salgan de control más de lo que están y se presenten situaciones lamentables, incluso la perdida de seres humanos en ocasiones, aun cuando ha sido una falsa alarma o un simple rumor. Ruidos, tales como la desinformación, los rumores, la falta de comunicación y la desorientación, suelen aumentan en gran proporción los niveles o grados del desastre.

“El término desastre hace referencia a las enormes pérdidas humanas y materiales ocasionadas por eventos o fenómenos como los terremotos, inundaciones, deslizamientos de tierra, deforestación, contaminación ambiental y otros”

El Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales (DIRDN), declarado por la Asamblea General de Naciones Unidas para 1990-1999, lanzó una campaña titulada “"La Prevención de Desastres Comienza con la Información" dedicando su campaña mundial del año 1998 a la comunicación social, en el marco de la prevención de desastres y la gestión del riesgo, por entender que es la comunicación social el mejor aliado para la reducción de los desastres.

Sin embargo, es importante puntualizar que no sólo se trata de difundir las informaciones técnicas, sino también de comunicar. Creemos que en la medida en que las personas entiendan y manejen los conceptos y recomendaciones propios ante estas situaciones, y se estimule la prevención, disminuirá las frustraciones ante desastres.

Los llamados planes de contingencia deben ser conocidos y manipulados por todos los ciudadanos, con el objetivo de que puedan ponerlo en práctica de manera consciente, porque son capaces de entenderlos.

Asimismo, ante un momento de desastre, la comunicación tiene una función primordial que es la de orientar, aclarar, despejar dudas, ser fuentes y receptores de información, ser interpretes de los expertos para que los mensajes lleguen de la forma más ligera posible a la ciudadanía, porque de lo contrario generaría frustraciones e incertidumbres.

Que más que claro, la comunicación previene y prepara la sociedad ante un desastre y ayuda a enfrentarlo en el momento en que se produce, pero hay aún una tarea que compete a la comunicación más ardua todavía. Si bien es cierto que los desastres cada día son más constantes, también es una verdad el hecho de que nosotros (los seres humanos), somos culpables en gran medida de esos desastres, puesto que muchos de ellos son la consecuencia de ciertas actividades que desarrollamos, las cuales alteran la normalidad del ambiente.

El gran reto que tiene la comunicación es atacar las causas, ¿Por qué razón los desastres aumentan considerablemente? ¿Podrán las futuras generaciones disfrutar de lo que hoy destruimos?

¿Cómo atacamos las causas?

La respuestas podrían ser muchas, lo que es indudable es debemos proteger nuestro medio ambiente; pero para protegerlo es necesario que estemos concientizados y empoderados , para que entendamos como usar racionalmente los recursos que el medio ambiente nos presta.